La cantante estadounidense Lady GaGa fue acusada de fraude por haberse quedado con los beneficios de las ventas de las pulseras que iban a ser donados a las víctimas del terremoto y maremoto de Japón en marzo pasado, pero la artista lo negó y se defendió a través de su representante.
El estudio legal de Michigan 1800lawfirm.com en su denuncia, presentada el viernes pasado, acusó a Lady GaGa, a su casa discográfica Universal y a la empresa de productos promocionales Bravado de no ser transparentes en su comunicación sobre la venta de las pulseras.
Según la parte acusadora la estrella y sus socios "inflaron los gastos de envío" de las pulseras y "obtuvieron una parte de los beneficios de la venta".
"Esta denuncia sin fundamento distrae la atención de la generosidad de los seguidores en todo el mundo que apoyan al pueblo japonés", declaró Holly Shakoor, una vocera de la cantante estadounidense, citada por el portal de la agencia italiana ANSA.
"Los cinco dólares pagados por cada pulsera van para las víctimas. Lady GaGa comprometió hasta fondos personales en esta causa y continuará apoyando a las víctimas de la tragedia", concluyó la vocera.
Después de la tragedia que golpeó a Japón en marzo pasado, Lady GaGa creó y puso a la venta una pulsera de plástico de color blanco y en su parte superior en color rojo con una inscripción en inglés y japonés que decía: "We pray for Japan" (Nosotros oramos por Japón).
Los abogados de la artista calificaron a la demanda como "mal informada y sin méritos", según publicó el portal de la revista Billboard.
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